===Fina lámina de piedra con escritura rúnica cincelada===

Sentencia del Consejo Real de Darin, Hijo de Durin, Señor de la Montaña y las Profundidades, Maestro de la Piedra, Bienamado de Gloignar, Protector de Kattak, Escudo del paso de Leherdavel, Defensor de Akelan Amras y Rey de Kheleb-Dúm.

Hermanos enanos de Kheleb, amigos de Kattak y aliados de los reinos bajo la mano de Eralie.

3º. Kromer.
Kromer, cual vil kobold, ha utilizado su posición como gobernador de Kattak y General de la augusta Alianza de Darin para, mediante la extorsión y otros sucios manejos conseguir que algunas de las ciudades aliadas expulsaran al aguerrido Thualin haciéndolo acreedor de su desprecio y descrédito pese a haberlas defendido en innumerables ocasiones con su sangre y su hacha como un enano de barba de hierro. Además, utilizó también su posición para hacerlo enemigo de Kheleb, la ciudad que lo vió nacer y a la cual ha prestado a lo largo de su vida diversos servicios de incustionable valía.
Actitudes de tal jaez son más propias de un goblin o un maldito semi-drow mercenario y solo un hummano dendrita utilizaría el poder absoluto para denigrar a un igual por venganza o cualquier otro tipo de inquina indigna de un enano. Por ello, y pese a la incuestionable ayuda prestada por Kromer a Kheleb, su defensa del Valle de Kattak y el poder de sus armas sin par, decretamos el exilio temporal para este enano de las colinas.

4º. Thualin.
Ante estos hechos Thualin ha reaccionado con una violencia desmedida y un vocabulario y unos modos más propios de un orco resacoso tras una borrachera de licor de higadillos de kobold ante una banda de goblins chillones, avergonzando a su Rey y a los Enanos de Kheleb por su falta de ética, educación y compostura, máxime cuando también ha llevado sus quejas, efectuadas con modos de troll ante los mandatarios de otras ciudades, lo que nos ridiculiza y nos denigra ante la mirada de nuestros aliados casi tanto como si nos presentásemos ante ellos con el rostro lampiño como el de un elfo. Además, en ningún momento ha ofrecido una satisfacción a Kromer como las anteriormente citadas (hacemos especial hincapié en el torneo de cerveza y en el enfrentamiento a cabezazos) y por tanto le juzgamos tan culpable como a Kromer, si bien es cierto que él no ha utilizado ningún cargo para sus propios intereses. Así, Thualin del Clan Girlhim deja de ser enemigo de Kheleb, pues sería una blasfemia ponerlo al mismo nivel que un sucio orco (Gloignar los maldiga a todos) y por tanto pasa a ser un exiliado de Kheleb-Dúm al igual que Kromer. Así mismo, y dado que los asuntos de los enanos competen exclusivamente a los enanos, solicitamos a los gobernantes de las ciudades de Takome, Veleiron y Thorin se replanteen su posición con respecto a thualin, recuerden la incuestionable ayuda recibida por este enano de probada valía en combate en el pasado y vuelvan a recibirle en sus tierras con los honores que merece, mas allá de manipulaciones y viles conspiraciones.

5º. Restauración del honor.
Quede bien claro que en días oscuros como los que vivimos las disensiones entre los de nuestra poco prolífica raza solo acarrearán desunión y debilidad ante un mundo que se oscurece y unos enemigos que se multiplican y crecen en poder cada vez más. Hemos de recordarles a estos dos guerreros que somos fuertes y duros como la piedra de la montaña e inquebrantables como el buen acero de Kheleb, pero somos escasos en número y muchos son aquellos que ansían profanar nuestras moradas, derrumbar nuestros salones y apoderarse de nuestros tesoros.No podemos combatir por separado, de forma individual y atendiendo solo a nuestros intereses pues esto conllevaría el fin para Kheleb y la extinción para nuestra raza.

Solos somos como rocas, pero solo juntos poseemos la firmeza y el poder de una montaña. Y así debemos de seguir siendo.

Por tanto, decretamos que Kromer y Thualin deberán de aprender de nuevo que son buenos hermanos de sangre más allá de los tesoros que puedan codiciar y que no hay lugar para el odio entre ellos.
Así pues, y para ser recibidos de nuevo como los héroes que son en nuestros pétreos salones deberán de llevar a cabo las siguientes misiones.

1 – Ofrecer de buen grado el objeto de la disputa a un clérigo de Eralie, (pues es esta divinidad la que nos representa en tanto Gloignar no retorne), para que lo sacrifique en un altar. El clérigo habrá de ser elegido por ambos y no podrá contar con el máximo beneplácito de Eralie para que el sacrificio del maldito Mordisco de la Oscuridad acrecente el nexo de unión de clérigo y dios.
Ambos enanos deberán de estar presentes junto a los consejeros de Kheleb, para ver como el tesoro codiciado desaparece ante sus barbas e inclinar sus testarudas cabezas ante la sabiduría del Rey Darin, su buen Señor.

2. Ambos enanos deberán derrotar (justificándolo mediante log), sin ayuda y formando un buen y disciplinado equipo, a las siguientes criaturas para que aprendan quién es el verdadero enemigo de nuestra raza y a quién hay que dedicar el furor de nuestras hachas y martillos.
-El maligno cabecilla del Ejército Orco de Golthur, Glorbaugh, que Gloignar lo convierta en piedra y lo pulverice.
-Rakadh, comandante del pérfido y traicionero Ejército dendrita, que Gloignar convierta su negro corazón en magma fundido.
-Domiana, miserable paladín oscuro y abominable amiga de demonios, que Gloignar haga polvo de carbón de su cerebro y lo calcine en una forja.
-El maligno chamán sanguinario conocido como Vergwen de la guarida goblin de Mor-Groddûr, que Gloignar haga que los ojos se le conviertan en escoria y los dedos se fundan en hierro.
Todos estos viles seres habrán de ser exterminados por los dos guerreros agrupados y sin ayuda, de forma que la vida del uno tenga que ser entregada sin ambages en manos del otro, como todo buen enano ha de hacer sabiendo que puede confiar en su hermano.
A modo de disculpa con los demás reinos de Eralie por los disturbios causados, ambos enanos, agrupados, habrán de hacer entrega a un mandatario de Veleirón de uno de los objetos conocidos como Cráneo del Elfo caído, por la vergüenza que supone este objeto para las buenas gentes de tan insigne poblado.
Además, harán entrega al mandatario de Takome del maldito estandarte de la Perdición portado por Domiana, ya que Dendra es la antítesis del Reino de Takome.
Por último, y como señal de amistad a los pacíficos druidas de Thorin, y habida cuenta de lo que estas gentes sufrieron en manos de los dendritas, entregarán el filo ígneo de Galador, en poder de Rakadh, a uno de los mandatarios de dicho enclave boscoso.
En cuanto a los tesoros resultantes, podrán regalarlos a miembros del bando de la luz de forma totalmente gratuita u ofrecérselos a sus consejeros que ingresarán el dinero resultante de la venta en las arcas de Kheleb. Las joyas resultantes serán puestas a buen recaudo en los almacenes de Kheleb para futuras obras de ampliación y el dinero resultante se ingresará también en las arcas, no pudiendo ningún consejero obtener beneficio de todo ello.
Finalmente, para sellar su amistad eterna y sellar pasadas rencillas Thualin y Kromer deberán de gastarse cada uno la suma de 50 platinos en la taberna de Kheleb invitando al otro a cerveza, pues no hay paz, guerra, pacto, promesa de odio o amistad sempiterna que no sea sellada con la exquisita bebida.
Una vez conseguido todo esto serán readmitidos en Kheleb como los aguerridos y audaces enanos que son, pues Darin es un gran rey y su corazón es generoso.

Rubrican este mensaje.

Durgan Martillonegro Azgrim, representante del Clan Ethengard, Consejero del rey Darin de Kheleb-Dum, ocupante del sillón de Diamante.
Rhomdur Azgrim representante del Clan Girlhim, Consejero del Rey Darin de Kheleb-Dum, ocupante del sillón de Rubí.

Que Gloignar, Eralie y el material en el que ha sido grabado este mensaje nos propicien paz, prosperidad, ricos filones e ígneas forjas.
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