Ralder ha dado la espalda a Sayvael para calmar la cólera de Eralie, quien ha
visto la muerte de uno de sus fieles clérigos pasar completamente impune ante
la pasividad de la mismísima Cruzada.

Pero no ha sido suficiente.

~ El Perdón de Eralie ~

Eralie, en el clímax de su enojo, ha abandonado su trono en el Panteón de los
Dioses. Sus últimos pasos en por la antesala de mármol del Pantéon ya no
exudaban furia sino la más profunda de las decepciones.

Ahora está en manos de los fieles de Eralie, culpables o no, de implorar el
perdón de la suma deidad del Bien. Por ello, se espera que realicen ofrendas
masivas a su dios. Deberán sacrificar todo cuanto puedan, inclusive objetos
que antaño no agradaban a Eralie.

Sólo recuperarán el favor de Eralie cuando hayan hecho suficientes ofrendas.

Hasta ese momento, cualquier rezo a Eralie será sumariamente ignorado (excepto
el rezo de «hechizos») y no podrá obtenerse fe de ninguna manera,

Los dos jugadores que realicen el mayor número de sacrificios recibirán sendos
objetos únicos de incalculable valor, que no se podrán perder y cuyas
características dependeran de sus respectivas clases.