Inicio Foros Historias y aportes El engaño y la partida hacía Naggrung

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    • ryland
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      Este relato es la continuación de La curación de Ryland y la orden de explorar Finwë Míriel

      Quiero comentar que hay varios saltos temporales en el relato por si alguien se pierde un poco…

       

      En un lugar oscuro y fuera de miradas indiscretas, varios días antes del concilio del bando Eralie, dos sombras hablaban aprovechando la privacidad que les otorgada el sitio donde estaban…

      • Aquí me tiene maestro. – dijo una voz –
      • Te he hecho llamar, porque necesito que me ayudes en una importante tarea… – dijo la otra voz –
      • Lo que usted diga. – dijo el “alumno” –
      • Ha llegado a mis oídos que se preparara un concilio Eralie en Takome dentro de unos días para tratar ciertos asuntos que sucedieron en el Bosque de Cristal hace unos días como bien sabrás… – explicó el “maestro” –
      • Si maestro… – afirmó el “alumno” –
      • Quiero que te infiltres en ese concilio y me informes de todo lo que allí se diga. -ordenó el “maestro” –
      • Así lo haré maestro. – respondió el “alumno” –
      • Si te sirve de ayuda, he pensado que podías usar a …- dijo el “maestro” –

      El sonido de las voces se fue diluyendo a paso que la fuerte lluvia, acompañada de fuertes y sonoros truenos, se hacía más y más fuerte, lo que provocaba que los susurros de los dos encapuchados fueran casi imperceptibles.

      En Takome, terminando el concilio Eralie…

      • Para esta primera misión de exploración, es importante, ser cautelosos y no generar demasiado ruido, es por ello, que el grupo debe ser reducido… – dijo Priis –
      • Ahora es deber de todos nosotros, seleccionar correctamente a los elegidos. – dijo la Reina Priis –

      Todos los emisarios estuvieron debatiendo sobre quien debía ir hasta bien pasada la tarde, y habiendo hecho un pequeño descanso para comer, cuando por fin, se llegó a un acuerdo… Junto con Ryland, irían Yararen druida de Thorin y gran conocedor del Bosque de Cristal debido a su última peregrinación durante la pasado estación, Eldhana gran exploradora y gran conocedora del terreno y Khizdim, curtido sacerdote de Eralie con grandes dotes para descifrar grabados antiguos. Uno a uno, fueron nombrados y los mismos, fueron uniéndose a Ryland en el centro de la sala. Durevil se miraba el grupo con cierta preocupación… La reina Priis pidió una oración a Eralie para dar suerte a los exploradores, y una vez indicado que iban a salir en la siguiente luna llena, dio por terminada la reunión.

      Mientras estaban saliendo todos de la sala, la Reina Priis se juntó con Ryland y Elarin durante unos minutos y estuvieron hablando en voz baja, muy pocos o casi nadie se dio cuenta porque todo el mundo estaba hambriento y cansado y fueron saliendo rápidamente de la sala de audiencias del castillo, esa misma noche, el secretario de Elarin partió a caballo hacia Veleiron sin que nadie más tuviera noticia alguna…

      A primera hora de la noche se celebró una cena ligera, ya que la mayoría de los emisarios estaban muy cansados debido a la duración del concilio y querían descansar para volver cuanto antes a sus respectivos reinos con las nuevas noticias…

      No había salido el sol, cuando alguien golpeó la puerta de Ryland…

      • ¡Toc! ¡Toc! – alguien golpeaba la puerta –
      • ¡Adelante! – dijo Ryland –
      • ¡Ha huido! ¡Durevil ha desaparecido! – dijo Emradine –
      • No se ha esperado ni un día… – dijo Ryland –
      • Ya no hará falta la confirmación desde Veleiron… – pensó Ryland –
      • Le mantuvimos vigilado como usted pidió, y en una revisión de su estancia durante la noche ha confirmado que ha dejado la habitación y por la disposición de la ropa de cama, se diría que no ha llegado a usar la misma… – contesto Emradine –
      • Y, ¿los centinelas no han escuchado nada? – preguntó Ryland –
      • No señor. – contestó Ryland –
      • Hombre muy sigiloso por lo visto… – dijo en voz alta Ryland mientras se miraba los cabellos canosos en un viejo espejo –
      • Sabía que no llegaríamos a Naggrung con él, pero tampoco pensaba que huiría tan rápido – dijo Ryland –
      • Habéis avisado ya a la reina Priis – preguntó Ryland –
      • Sí señor, y hemos doblado la guardia en todo el castillo por si aún sigue aquí. – dijo Emradine –
      • Nada… es inútil. Ese hombre ya debe estar muy lejos de aquí… – dijo con resignación Ryland –
      • ¿Qué vino a hacer aquí? – pregunto Emradine –
      • Buena pregunta Emra, muy buena pregunta… – contestó Ryland –
      • Y ahora… ¿qué hacemos ahora? – preguntó Emradine –
      • Seguiremos con lo previsto… – dijo Ryland –
      • Bueno, por la hora que es… ordene preparar los caballos, la expedición saldrá esta mañana como estaba previsto realmente que fuéramos, espero que Elarin no se equivoque con Trak… Ese hombre, no sabe que salimos hoy y que saldremos desde Veleiron, quizá tengamos otra oportunidad de vernos las caras más adelante… – dijo Ryland abriendo de par en par los porticones de su ventana –

      Dos días antes del concilio…

      Una pequeña balsa de pesca se acercaba al muelle de Ildara cuando una patrulla la hizo parar. Por orden de Takome, todas las embarcaciones debían pasar un control debido al concilio que próximamente se iba a celebrar en Takome. A bordo de esa frágil balsa sólo iba un hombre, a la patrulla les extrañó tal cosa junto con el hecho de que esa balsa viniera de tan lejos… Después de hablar durante unos instantes y convencer fugazmente a los guardias, la balsa se dispuso a franquear las puertas del muelle, pues tenía libre paso hacia Ildara…

      Durevil saltó de la pequeña balsa, la ató de un pequeño cabo y cogiendo un pequeño saco se dirigió al mercado de Ildara, allí fue donde vendió los amuletos de Ysym que traía consigo y empezó a buscar a alguien que pudiera llevarlo a Takome, dado que no se sentía con fuerzas de andar después de tan largo viaje desde Naggrung… Muy pronto encontró un comerciante que se ofreció a llevarlo dado que tenía que llevar su mercancía a Takome y no le importaba que Durevil le acompañase, si bien, las monedas de oro que Durevil le ofreció también ayudaron… Después de todo un día en la carreta, llegaron a las puertas de Takome, donde fueron registrados y preguntados por su visita, allí fue donde Durevil se dio a conocer como ciudadano de Andlief y quería concertar una audiencia con la reina Priis…

      Unas horas más tarde mientras Ryland se encontraba hablando con los druidas de Thorin en sus estancias privadas del castillo, en la sala de audiencias del castillo entraba Durevil…

      • Durevil, representante de Andlief. – anunciaba el secretario de la reina Priis –
      • ¡Saludos gran reina de Takome! – dijo solemnemente Durevil haciendo una ligera reverencia-
      • Saludos Durevil, de Andlief. – contestó cortésmente la reina –
      • ¿A qué debemos el honor de tal visita? – pregunto la reina –
      • Tu pueblo, no tiene costumbre de …. Nunca antes ha querido contacto alguno con nosotros o algún otro reino Eralie que yo sepa – le espeto la reina –
      • Así es señora… somos un pueblo muy independiente y no nos concierne nada más que no sea nuestras cosas… – empezó Durevil –
      • Pero, debido al problema para abastecernos por el frío, vine a Ildara para conseguir ciertas cosas y allí me enteré que se está preparando una reunión para hablar de ciertos hechos que ocurrieron en el Bosque de Cristal hará breves días… – continuó Durevil –
      • Cómo su majestad sabrá, nosotros vivimos muy cerca del bosque y tenemos información que podría ser muy interesante para ustedes y, además, desde mi pueblo, se puede acceder fácilmente al bosque…
      • Interesante… – contestó la Reina –

       

      Mientras ellos hablaban, en la otra punta del castillo…

      • ¡Toc! ¡Toc! – alguien golpeaba la puerta –
      • ¡Adelante! – dijo Sebet –
      • Señor, perdone la intromisión, pero tengo algo importante que explicar. – dijo Emradine dirigiéndose a Ryland –
      • Adelante, ¡puedes hablar! Te escucho. – contestó Ryland –
      • Me envía la Reina Priis, está reunida con un hombre de Andlief, ha llegado sólo.
      • ¿De Andlief? ¿Estás seguro de lo que dices? – preguntó Sebet –
      • Sí señor. Ha dicho que se llamaba Durevil y viene en representación de Andlief. – contestó Emradine –
      • No puede ser, que … no me lo creo… – se dijo Ryland a sí mismo –
      • Pues ahora mismo, está hablando con la reina Priis – dijo muy seguro Emradine –
      • Vamos para allí – le dijo Ryland a Sebet –
      • Sí, vamos, es muy extraño esto… – contesto Sebet –

      Los dos amigos, junto con Emradine, se dirigieron hacia la sala de audiencias del castillo para ver a Durevil en persona, dado que no entendían cómo era posible que un ciudadano de Andlief, y más siendo el famoso Durevil, hubiera dejado el poblado para venir a hablar con la reina en Takome… Ryland estuvo hace años en Andlief, y le costó más de cuatro estaciones lograr entrar en el poblado a base de ir haciendo pequeñas cosas para ganarse la poca confianza que le depositaron desde el principio… en todo el tiempo que allí estuvo, le quedo claro una cosa, Andlief era una poblado totalmente independiente que no se interesaba por nada del exterior y que sólo se cuidaba de lo suyo.. es por eso, que a Ryland y a Sebet les extraño tanto esa visita…

      Ya estaban a escasos metros de la sala de audiencia, cuando Ryland le pidió a Emradine ir a uno de los balcones que dan una visión de la sala sin ser vistos, ya que querían observar primero al hombre antes de entrar…

      • Anda… pues sí que es él… – dijo Ryland –
      • Sí, pero… tiene algo … – dijo Sebet –
      • Es decir, es él, pero a la vez, no es él… – siguió Sebet –
      • ¿Qué quieres decir Sebet? – pregunto Ryland –
      • No sé cómo explicarlo, pero sus movimientos son… diferentes, su forma de mover las manos al hablar… no sé, ¡quizá son sólo cosas mías! – explico Sebet –
      • ¡Vamos a hablar con él! – terminó Ryland –

      Los dos amigos, junto con Emradine, se dirigieron a la sala de audiencias…

      • Oh, ¡por fin llegáis! – dijo la reina Priis –
      • Estaba hablando con Durevil de los hechos acontecidos en el Bosque de Cristal y cómo vos habíais sobrevivido al ataque de Izgraull… – dijo la reina, con mucho orgullo –
      • Saludos, gran Durevil… – saludó Ryland a Durevil –
      • Saludos, valiente caballero… – contestó Durevil –

      En ese momento, Sebet se miró a Ryland y este, con gran disimulo le devolvió la mirada y a la vez asintió ligeramente…

      • Su fama le precede, oh gran Durevil, hasta Takome ha logrado llegar alguna que otra obra suya. – le dijo Ryland –
      • Me alaga que mi nombre sea conocido por Dalaensar, teniendo en cuenta que provengo de un pequeño poblado. – contesto Durevil –
      • Le estaba preguntando si podría quedarse para el concilio de pasado mañana y darnos su visión de cómo está el tema en Naggrung a todos nuestros aliados… – comentó la reina –
      • Sí, es buena idea… – contesto Ryland –
      • Sí, será un honor… – respondió un Durevil sonriente –
      • Siento tener que despedirme ya, pero tengo tareas que atender, espero verle en el concilio. – dijo Ryland ofreciéndole la mano para despedirse… –

      Durevil le dio la mano y después la Reina Priis y él se quedaron hablando un rato más mientras Ryland y Sebet se volvían hacía sus aposentos, durante el trayecto estuvieron en silencio hasta que, una vez seguros dentro de una de las habitaciones reservadas a los druidas de Eralie, Ryland y Sebet cruzaron sus miradas y los dos a la vez dijeron: ¡Es un impostor! Cómo podía ser que no se acordara de él, estuvo mucho tiempo visitando su taller en Andlief cómo para que no se acordara de él…y el gesto de dar la mano… el verdadero Durevil jamás hubiera dado la mano…

      Ryland y Sebet sabían, además, que el verdadero Durevil jamás hubiera salido de Andlief para comerciar en Ildara ni mucho menos para ir a hablar con la reina Priis de Takome, ni con otro mandatario de cualquier ciudad. Es más, la presencia de Durevil en Andlief era necesaria para el quehacer diario en el poblado y jamás, Yowyn enviaría en su nombre, a un artesano, quizá el mejor de Naggrung, pero, al fin y al cabo, un artesano… Además, “Durevil” tenía las manos finas, por sus manos no había pasado un cincel en vida, ni tenia marcas de cuchillos de cortar pieles ni quemaduras ni nada… tenía unas manos lisas como los pétalos de un rosa, cosa inverosímil en un artesano…

      No sabían cómo, pero alguien o algo… (quizá un Doppelganger pensó Ryland) estaba suplantando al verdadero Durevil. ¿Qué intenciones tenía? Ryland tenía muchas dudas al respecto, pero, antes de nada, debía habla con la reina para ponerla al corriente i ser precavidos, sería buena idea seguirle un poco el juego antes de detenerlo…

      Ryland aprovechó para hablar con la reina Priis antes de la cena en privado, ésta se sorprendió de sus palabras, pero no dudó en darles veracidad a las mismas, dispuso vigilar de cerca a “Durevil” con la excusa de otorgarle seguridad y quedaron con Ryland seguirle un poco más el juego, hasta ver donde quería llegar… una vez terminaron de hablar, se dirigieron al gran comedor donde se iba a celebrar la cena con todos los emisarios y en la cual, estaría Durevil fuertemente vigilado sin él saberlo… En la misma, a la cual Sebet no asistió, Ryland estuvo toda la noche pendiente de Durevil, con quien hablaba o qué hacía y no hizo nada fuera de lo normal, una vez la cena terminó, todos los emisarios fueron llevados a sus aposentos… Durevil fue acompañado por el mismo Ryland y Emradine con la excusa de querer preguntarle cosas sobre Naggrung…

      Una vez dejo a Durevil en sus aposentos, vigilados estos por varios guardias camuflados entre el servicio del castillo, Ryland anduvo dándole vueltas a cómo podía ser que una persona fuera otra persona…

      • ¡Toc!, ¡toc! – alguien llamó a la puerta –
      • ¡Adelante! – dijo Ryland –
      • Hola Ryland – dijo Sebet entrando por la puerta que Emradine abrió –
      • Dime viejo amigo. – contesto Ryland –
      • He estado indagando en la biblioteca de Takome durante la celebración de la cena y he encontrado varias posibilidades sobre cómo han logrado sustituir a Durevil… – empezó Sebet –
      • La primera podría ser usando una pócima multijugos. La misma con un simple mechón de pelo, te permite tener la misma apariencia física que el propietario del mechón, el efecto dura varias horas, pero se puede alagar bebiendo con frecuencia de la poción… – expuso Sebet –
      • Aja… – asintió Ryland –
      • Otra opción que he encontrado, sería la posibilidad que fuera un Doppelganger. Son seres con la capacidad de reproducir la viva imagen de quien quieran… aunque he desechado esta opción dada la habilidad de palabra que hemos observado, el Doppelganger puede copiar la imagen sólo… – dijo Sebet –
      • Eso pensé yo también, en un viaje que realicé hace ya muchos años por las tierras de Dendra, encontré una familia en la que un Doppelganger se hacía pasar por el padre de familia, el cual tenía encerrado… pero sus formas le delataron y pude terminar con él y liberar a la familia…- explicó Ryland –
      • ¿Tenemos alguna otra opción? – contestó Ryland –
      • La otra, podría ser, aunque no entiendo muy bien porque, que fuera un siervo de Khaol. Sus más fervientes seguidores tienen la capacidad de disfrazarse de otra persona con tal punto de perfección que es muy difícil apreciar las diferencias… – dijo Sebet –
      • Interesante… – dijo Ryland –
      • Pero a la vez, difícil de saber sí es una cosa u la otra o ninguna de estas opciones… – replicó Ryland –
      • Lo mejor sería detenerlo e interrogarlo – dijo Sebet –
      • No viejo amigo, quiero saber hasta dónde quiere llegar con este engaño. Si lo detenemos ahora, mucho me temo que no nos dirá nada y nos quedaremos tal como estamos ahora, debemos esperar un poco más…
      • Emradine! – dijo Ryland –
      • Sí señor. – dijo Emradine entrando por la puerta –
      • Quiero que refuerces la vigilante sobre Durevil y que avises a la reina de tal hecho. – ordenó Ryland –
      • Sí señor. – dijo Emradine cerrando la puerta –
      • ¿Hasta cuando quieres mantener al margen a los demás emisarios? – dijo Sebet –
      • Hasta qué hayamos partido hacia Naggrung, no quiero que nada les haga dudar de la misión. – dijo Ryland –
      • Por hoy, es mejor que vayamos a descansar, mañana tenemos un día muy largo – dijo Sebet –
      • Sí, tienes razón… – asintió Ryland –

      En los pantanos de Zulk, varias horas después de conocer la huida de “Durevil” de Takome…

      Con la poca luz que ofrecía la luna, difícilmente se podía ver más allá de unos metros, dos encapuchados estaban hablando detrás de unos árboles…

      • Hola maestro… – dijo “Durevil”
      • ¿Qué has descubierto? – dijo la voz –
      • Mucho y nada, he tenido que huir antes de hora, porque me sentía vigilado y quizá, sólo digo que quizá, habían descubierto el engaño… – dijo “Durevil”
      • Dime, ¿que saben del sepulcro? – dijo la voz –
      • Nada de nada, saben que puede ser la tumba de un antiguo dios, pero no tienen nada claro… – dijo “Durevil”
      • Me alegra… – dijo la voz –
      • Aunque van a volver al Bosque de Cristal – dijo “Durevil”
      • Dentro de tres lunas saldrán de Takome hacia Ildara para partir hacia Naggrung… – continuó “Durevil” –
      • Quieren intentar volver a entrar en el sepulcro – continúo “Durevil”
      • ¡Ja! Pobres ilusos que no van a poder volver a entrar allí – dijo la voz –
      • Eso espero… – dijo “Durevil” –
      • ¿Cómo? ¿Qué quieres decir con eso? – preguntó la voz –
      • El humano que viajó en una ocasión, le he visto muy seguro de sí mismo y con cierta aura que no había visto hasta ahora… – dijo “Durevil”
      • Y abandonas el sitio, ¿sin averiguar si podrían saber algo más? Cómo has podido… – dijo la voz –
      • Maestro, he huido debido a que me vigilaban y estaban muy encima mío… – se disculpó “Durevil” –
      • No volverás a fallarme… – dijo la voz mientras le clavaba una daga en el corazón y tiraba el cuerpo inerte de “Durevil” en una poza –

      El hombre encapuchado, limpió el filo de su daga con la túnica de “Durevil” y se fue alejando sigilosamente de la poza en donde descansaría para siempre “Durevil” …

      Con los primeros rayos de sol, ocho jinetes encapuchados salieron por la gran puerta sur de Takome y pasado unos cientos de metros, se dividieron en dos grupos, cada uno de los cuales, formado por cuatro de ellos… unos se dirigieron hacia el fuerte de Ildara y otros cogieran la senda de Alba para dirigirse hacia el bosque de Orgoth…

      La Reina Priis, desde lo alto del castillo de Takome, los vio partir desde una de las ventanas que daban al sur y dirigiendo sus ojos al cielo azul, susurró una corta oración en honor a Eralie para pedir la protección de los exploradores y en su pronto retorno…

      • Vuelve a la cama Priis… – dijo una dulce voz a su espalda… –
      • Voy… – dijo Priis –

      Lentamente, Priis giró sobre sí misma y dejando caer una fina bata de seda al suelo alfombrado de sus aposentos, empezó a caminar desnuda hacia la cama… A cada paso que hacía, sus generosos senos se contoneaban al son de su caminar, haciendo que un pequeño medallón de oro bailase dentro de su canelillo, cerca ya de su cama, se agachó generosamente provocando que sus suculentos senos quedasen a la merced de la gravedad y de un ligero soplido apagó una pequeña vela, para acto seguido, escurrirse entre las jóvenes piernas de su acompañante.

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