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    • Loreyl
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      Capítulo 1. Peregrino extraviado.

      Zaykor era un sacerdote de Seldar,que rebosaba sabiduría debido a su experiencia y su conjunto de D’hara que le otorgaban bonos mágicos secretos y protecciones físicas y aunque actualmente vivía en D’hara, su ciudad natal era Galador.

      A pesar de su edad, se conservaba de manera decente. Aunque tenía un mal carácter, era muy leal a Seldar y siempre estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para proteger a su ciudad ante los enemigos.

      Lo que sucede a continuación ocurrió cuando Zaykor tenía ochenta y dos años, mientras estaba rezando en el templo de Seldar, fue interrumpido por un mensaje telepático de un peregrino errante que había perdido el camino en el bosque Baldío cercano a Golthur.

      Zaykor no dudó ni un segundo en ponerse en marcha para ir en su rescate, puso las riendas a su caballo de guerra, montó en el caballo y galopó un largo viaje del camino en forma de laberinto hacia la ciudad de los orcos.

      «¿Por qué debo arriesgar mi vida por un peregrino perdido?», pensó Zaykor mientras cabalgaba. «¿No tienen suficiente sentido común para no perderse en el bosque?», gruñó Zaykor.

      Pero a pesar de habitual mal carácter, Zaykor sabía que era su deber ayudar a aquellos en necesidad, así que siguió adelante, confiando en que Seldar le guiaría en su misión.

      Después de muchas horas de viaje, finalmente llegó al lugar donde el peregrino se había perdido. Lo encontró tiritando de frío y hambriento, pero gracias a la ayuda de Zaykor, logró recuperarse y continuar su viaje de regreso a Golthur. El peregrinó se acercó a Zaykor y le dijo:

      • Gracias, señor sacerdote. No sé cómo podré agradecerte lo suficiente por tu valiosa ayuda – dijo el peregrino, profundamente agradecido.

      • No tienes que agradecerme. Es mi deber como servidor de Seldar ayudar a aquellos en necesidad. Ahora vamos, debemos a regresar de Golthur antes de que anochezca – respondió Zaykor gruñendo.

      • Vale, me llamo Tsumek – respondió el peregrino.

    • Loreyl
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      Capítulo 2. Lucha con el Vandal.

      Sin embargo, mientras regresaban, oyeron el grito de un demonio acorazado llamado Vandal, que parecía muy peligroso y dispuesto a impedirles el paso. Zaykor y Tsumek se dieron cuenta de que debían enfrentar al demonio y derrotarlo, así que se dirigieron a unas rocas cercanas donde sabían que Vandal se escondía.

      Con una arma llamada Destripadora de Enanos y una armadura casi indestructible, Vandal parecía invencible. Sin embargo, Zaykor y Tsumek no se daban por vencidos y se lanzaron a la batalla con valentía y determinación.

      Vandal no paraba de golpearles destrozando sus armaduras. Zaykor estaba lanzando causares heridas mayores y columnas de fuego, mientras que Tsumek luchaba con su espada larga forjada en la herrería de Galador. Al final, después de muchas horas de luchas, lograron derrotar al demonio que se fue de Eirea con un gruño de rabia.

      • AAAAAAAAAAAARGGGGGGGGGGGGGGGHHHHHHHHHHHHHHH

      Vandal cayó al suelo y su cuerpo cayó al suelo destrozado. Zaykor estaba muy herido porque los golpeares del demonio le había atravesado su Peto Balrog y además era incapaz de ver nada, pues estaba cegado debido a las diversas jugarretas del demonio

      • No puedes morir ahora, Zaykor, eres un poderoso sacerdote de Seldar que puedes aportar mucho a nuestro mundo – dijo el peregrino, desesperado.
      • Creo que de esta no me salvo, Seldar me está llamando a su lado y podré cuidar a mis fieles desde ahí – contestó Zaykor con un suspiro.

      Sin ánimo de rendirse, el peregrino levantó a Zaykor lo montó en la parte trasera de su caballo y emprendió el viaje de regreso a Galador, donde podría encontrar ayuda de otros sacerdotes. Aunque el camino fue difícil, finalmente llegaron a la ciudad y Zaykor fue atendido por la alta inquisidora, que le formuló el hechizo curación y consiguió recuperarse.

      Zaykor estaba muy agradecido con el peregrino y su dios por haberle protegido en su peligrosa misión. Y aunque su cuerpo estaba herido, fue al templo a rezar y notó que la fe en Seldar seguía en su espíritu.

      • Esta respuesta fue modificada hace 1 año, 4 meses por Loreyl.
    • Loreyl
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      Capítulo 3. Camino a las entrañas.

      El sacerdote de Seldar, Zaykor junto con su reciente amigo, el peregrino Tsumek, quiso emprender un viaje desde el bastión de Galador, ya que se había rumoreado durante todos esos días que había un tesoro oculto en las minas de azufre de las entrañas de Golthur y entonces se dirigió a Tsumek y le preguntó:

      • Oye, Tsumek ¿Te gustaría realizar un viaje juntos para ver si conseguimos el tesoro que se está rumoreando por la ciudadela?
      • Si, la verdad que desde que volví a Galador estoy sin empleo y un tesoro me ayudaría a recuperarme económicamente.

      Para protegerse en su viaje, Zaykor invocó a su Ogro Óseo, un muerto viviente gigantesco y temible, que seguía las órdenes que le comandaba y podia absorber mucho daño . Todos montaron en sus caballos de guerra y galoparon con destino Galador.

      Después de un largo viaje, finalmente llegaron al punto de descanso, la fortaleza de D’hara. Recuperaron fuerzas en la taberna de la ciudad y descansaron unas cuentas horas. A la mañana siguiente partieron rumbo a las entrañas de Golthur, para ello accederían por una ruta secreta que bordeaba la ciudad de los Kobolds, Ancarak.

    • Loreyl
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      Capitulo 4. En las entrañas.

      Tras caminar por un camino mugroso y enjuto durante horas, habitado por arácnidos y diversas criaturas y rodeados de excremento por las paredes

      La lava rodeaba sus pies, pero afortunadamente, Zaykor cogió unos pares de botas de dragón que las entregó a su compañero y el peregrino. Este calzado lo protegían de la lava y les permitían caminar sin dañarse con la mención de una palabra secreta.

      Finalmente, lograron encontrar una zona escondida que les conducía a las entrañas de Golthur.
      Tras evadir los ataques de diversas salamandras y elementales de fuego que les lanzaban bolas de fuego sin parar, llegaron a las minas de azufre.

      Zaykor sacó su pico de la mochila y dijo:
      – Voy a picar, supuestamente tiene que estar por aquí el tesoro.

      Tras un rato picando por diferentes vetas hallaron una veta de piedra y que tras fracturarse cayó de ella el tesoro que buscaban: un anillo de piedra mágico que podía teletransportar a quien lo portara. Habian descubierto el tesoro que yacía escondido en las entrañas del infierno de Golthur.

      Así que Zaykor, el peregrino y el Ogro usaron su poder para invocar una criatura y apareció un Djinn al que le pidieron que les llevara de regreso a Galador.

      Para protegerse en su viaje, Seldar invocó a su Ogro Óseo, un muerto viviente gigantesco y temible, que seguía fielmente sus órdenes. Juntos, montaron a caballo y partieron hacia Galador.

    • Loreyl
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      Capítulo 5. Orcos.

      La fortaleza de D’hara se encontraba constantemente bajo amenaza de los orcos asesinos de la horda. Sin embargo, Zaykor, no se dejaba perturbar por las constantes batallas que se libraban en la muralla de la ciudad. En lugar de optar por el camino más directo de luchar de frente, Zaykor se focalizaba en su estudio en la biblioteca de la fortaleza, dedicado a mejorar su oficio como erudito.

      A pesar de que los libros y pergaminos eran su mayor pasión, Zaykor no descuidaba su deber como sacerdote. Él era capaz de invocar a su poderosa calavera, que curaba las heridas de sus aliados y dañando a sus enemigos. También formulaba hechizos poderosos como ‘Causar heridas mayores’ y ‘Columna de fuego’ que había aprendido años atrás.

      Pero Zaykor no se conformaba mantenerse de forma defensiva a expensas de que otros compañeros lucharan. A medida que su conocimiento y habilidades como erudito crecían, también crecía su ansia de poner fin a la guerra de una vez por todas. Y así, con su báculo en una mano y su calavera en la otra, Zaykor se adentró en medio de la batalla, listo para enfrentarse a cualquier enemigo que se interpusiera en su camino.

      Con el conocimiento adquirido en su estudio, en la biblioteca, y la víctimas que estaba cobrando la guerra, Zaykor se convirtió en un atrevido sacerdote. Y aunque la guerra todavía continuaba, la fortaleza de D’hara estaba más segura que nunca gracias a las habilidosas estrategias y poderosos hechizos de Zaykor.

      Con cada día que pasaba, Zaykor se volvía más poderoso y sabio. Sus habilidades como erudito y sacerdote se complementaban a la perfección en el campo de batalla, y pronto se convirtió en uno de los líderes más respetados y gozaba de buena reputación en la fortaleza de D’hara.

      Aunque todavía había momentos en los que Zaykor se retiraba a la biblioteca para estudiar y mejorar sus habilidades, la mayor parte de su tiempo era dedicado a proteger a la ciudad de los ataques constantes de los orcos. Con cada victoria que obtenía, la confianza y el respeto de sus compañeros galador y D’hara crecía, y finalmente se convirtió en gran maestre.

      No obstante, a medida que el tiempo pasaba y la guerra se prolongaba, el sacerdote comenzó a darse cuenta de que su poder y habilidades por sí solos no serían suficientes para poner fin a la guerra. Así que decidió poner en práctica sus habilidades como erudito y comenzó a buscar una solución más tranquila.

      Con la ayuda de sus compañeros de armas y de sus estudios en la biblioteca, Zaykor comenzó a establecer contacto con los el caudillo de la horda e izar la bandera blanca. Después de mucho esfuerzo y negociación, Zaykor finalmente llegó a un acuerdo con los orcos. Sin embargo, en lugar de poner fin a la guerra, el acuerdo solo sirvió para enfurecer aún más a los orcos, y la guerra continuó con más intensidad que nunca.

      Zaykor volvió a la batalla, y luchó con los hechizos poderosos que había aprendido y los aplicó en el campo de batalla.
      Destacó especialmente el uso de hechizos que curaban a los aliados y dañaban a los enemigos como ‘tormenta arcana’ o la calavera de Seldar, cambiaba el curso de la batalla y cogía de imprevisto a los enemigos.

       

    • Loreyl
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      Capítulo 6: Sorpresa

      Zaykor y Tuyerk caminaban por las cercanías del bosque de Eloras rumbo a la ciudad de Mor’groddur. De repente, se encontraron con un halfling diminuto que les impedía el paso.El halfling les dijo:

      • No pueden pasar. Esta es una zona protegida por el reino de Eloras y ningún extranjero puede entrar sin autorización.

      Zaykor, con actitud altiva, le respondió:

      • No hay tiempo que perder con tus caprichos, imbécil. Tenemos una misión importante que cumplir en Mor’groddur.

      Tuyerk, que su caracter era practicamente lo opuesto en lo referente al caracter y que incluso tenía complejo de inferioridad, trató de aliviar la tensión que se había generado dijo:

      • Por favor, señor halfling. Comprendo que debes proteger tu territorio, pero nuestra misión es de suma importancia. No queremos causar problemas, solo necesitamos pasar.
      • No puedo permitir que entren sin autorización. Si tienen una misión tan importante, deben presentarse ante el alcalde del poblado de Eloras para obtener el permiso.

      Estuvieron debatiendolo en silencio y al final aceptaron ir ante el alcalde.

      • Esta respuesta fue modificada hace 1 año, 4 meses por Loreyl.
    • Loreyl
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      Capítulo 7: Sin permiso, no.

      Ambos amigos fueron llevados ante el lider del poblado halfling, quien les escuchó atentamente mientras explicaban su misión de derrotar al clérigo goblin Vergwen en la ciudad de Mor’groddur.

      El alcalde les preguntó:
      – ¿Por qué es tan importante derrotar a este clérigo goblin? ¿Qué daños ha causado en mi ciudad?
      – Vergwen es un peligro para todos los seres vivos. Ha estado invocando espíritus malignos y expandiendolos por los páramos de ceniza, pronto llegaran a Eloras. Debemos detenerlo antes de que sea demasiado tarde y se expanda por Eirea.
      – Entiendo vuestra preocupación. Aunque no nos gusta involucrarnos en asuntos de otras razas, en este caso estoy dispuesto a hacer una excepción. Os concedo el permiso para pasar por nuestro territorio y llegar a Mor’groddur.

      Ambos compañeros se lo agradecieron y se dispusieron a continuar su camino.

    • Loreyl
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      Capítulo 8: La incursión en Mor’groddur

      Tras continuar el camino finalmente llegaron a la ciudad de Mor’groddur. Estaba todo lúgubre y unas escaleras que bajaban conducían hacia la ciudad, estaba habitado por goblins y otras criaturas verdosas.

      Los dos compañeros se adentraron en las calles sigilosamente, despues de matar a los guardias de la entrada desde la distancia tratando de pasar desapercibidos. Sin embargo, pronto fueron descubiertos por un grupo de guardias goblins que se encontraban en pisos inferiores de la ciudad y que empezaron a perseguirles.

      Tuyerk utilizó su hechizo de cono de frío para detener a sus perseguidores mientras Zaykor curaba sus heridas con su ‘curar heridas críticas’.

      Tras conseguir escapar, llegaron a la parte de la ciudadela donde se encontraba Vergwen, en plantas inferiores al este. El clérigo goblin estaba cerca de un bárbaro orco que por suerte no habia atisbado a ambos.

      Zaykor y Tuyerk se enfrentaron a él , no paraban de formular hechizos. Sin embargo, Vergwen parecía tener una fuente inagotable de vida y se curaba constantemente.

    • Loreyl
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      Capítulo 9: Victoria pero a que precio.

      Ambos luchaban con todas sus fuerzas, pero parecía que no podrían vencer a Vergwen. Sin embargo, Zaykor no se rendía y seguía luchando con osadía.

      Finalmente, en un momento de desesperación, Zaykor tuvo una idea. Usó su hechizo columna de fuego para rodear a Vergwen con un círculo de llamas. El clérigo goblin, sorprendido, no fue capaz de zafarse y se quemo en vivo.

      Los dos habían logrado su objetivo y derrotado a Vergwen. Sin embargo, su victoria no fue sin costo. Un guardia goblin había atacado por la espalda a Tuyerk y lo había degollado.

      Zaykor, con el corazón roto por la pérdida de su amigo, tomó las riquezas conseguidas y emprendió el viaje de vuelta a Galador, jurando vengar la muerte de Tuyerk y luchar contra el mal en todas sus formas.

    • Loreyl
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      Capítulo 10: Vuelta a casa.

      El camino de vuelta a Galador fue mas complicado de lo esperado para Zaykor. Estaba muy triste por la muerte de Tuyerk y le resultaba difícil galopar, absorto en sus pensamientos. Sin embargo, sabía que debía ser fuerte y que había cumplido con su deber.

      Después de horas de incansable galope mucho, llegó a la ciudad de Galador. Todos le aplaudieron y el propio alto inquisidor le otorgó un medallón con la mismísima cara de Seldar estampada gracias a su valentía y lucha en la batalla contra Vergwen.

      Zaykor no podía evitar sentirse orgulloso de sí mismo, pero a la vez sabía que su victoria no habría sido posible sin la ayuda de Tuyerk. A partir de entonces, en honor a la memoria de su amigo rezó por su alma cada día por la noches.

    • Loreyl
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      Capítulo 11. Antes de la muerte de Tuyerk.

      El sol apretaba fuerte y los rayos atravesaban los ropajes oscuros de Zaykor y Faekin que se encontraron en la taberna de Anduar. Su compañero estaba sentado a una mesa bebiendo cerveza mientras Zaykor se acercaba con un libro bajo el brazo. Se dirigió a él y le preguntó:

      • Hola, joven Faekin. ¿Cómo te va hoy?

      Levantó la vista, dejando de lado su cerveza y sonrió.

      • Hola, Zaykor. Estoy bien, gracias. ¿Y tú?
      • Estoy bien también. Estoy revisando algunas páginas que hablan del caudillo tirano de Golthur – respondió Zaykor.
      • ¿De verdad? ¿Qué es lo que dice? – preguntó Faekin con visible inquietud.

      El sacerdote se sentó y abrió el libro.

      • Dice que el caudillo de Golthur es un ser muy poderoso, con un equipo único que lo hace distinto al resto de los orcos, cuyo cargo se lo ha ganado a base de matar enemigos. Dice que su crueldad es devastadora y que nadie se atrevería a retarle.
      • Eso es muy preocupante. ¿Qué hacemos?
      • Desgraciadamente, no hay mucho que podamos hacer. Somos solo dos compañeros y el está rodeado de una horda enorme de orcos asesinos. También hay clanes temibles como los ojozrojoz que vagan las calles de Golthur. Ojalá podamos encontrar a alguien más que esté dispuesto a ayudarnos a detenerlo.
    • Loreyl
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      Capítulo 12: Tuyerk se une.

      Al día siguiente, los dos amigos después de una noche sin pegar ojo debido a la historia del caudillo se despertaron. Partieron de Anduar a caballo. Pusieron las riendas a sus animales y partieron decididos a encontrar una solución para el problema del caudillo de Golthur. Una pequeña pausa en Galador era necesaria para recuperar fuerzas abastecerse de comida y demás necesidades.

      Mientras caminaban por las calles de la ciudadela, Zaykor percibió a un anciano mago apoyado en un báculo que no paraba de mirarle. Así que, se acercó a él y le pidió ayuda pues le vio que podría tener el perfil que ellos necesitaban para la misión

      El anciano sacerdote levantó la vista y con un semblante serio dijo:

      • Sí, joven sacerdote. Me gustaría que me acompañaras a la taberna. Tenemos que hablar

      Los jinetes que ya se habían desmontado de sus caballos y los habían atado en el establo, siguieron al anciano a la taberna y se sentaron a una mesa. El anciano sacerdote se presentó como Tuyerk, un mago evocador de Ark’ndia y prosiguió con la conversación.

      • No he podido evitar oíros hablar de vuestro deseo de detener al caudillo de Golthur. Yo también quiero participar en su caza – dijo Tuyerk.
      • Acompañanos, juntos quizá tengamos una oportunidad.
    • Loreyl
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      Capítulo 13: El plan

      Llegaron a Golthur al anochecer, después de un día de viaje a de las mesetas en forma de laberinto que nacían en D’hara y finalizaban en Golthur. La ciudad estaba rodeada de almenas con arqueros orcos murallas de piedra, parecía una fortaleza impenetrable.

      • ¿Cómo vamos a entrar? -preguntó Faekin, echando un ojo al entorno.

      -Podríamos intentar encontrar una entrada secreta adentrándonos por las entrañas de golthur, por el camino secreto de la ciudad de los Kobolds -sugirió Tuyerk, mientras miraba una hoja del que contenía un mapa en el libro que Zaykor había enseñado en Anduar.

      • O podríamos matarlos y defenestrar la puerta principal -dijo Zaykor izando su báculo

      emulando una actitud de guerra.

    • Loreyl
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      Capítulo 14: La batalla en Golthur

      Los tres aventureros se enfrentaron a la puerta principal de Golthur, decididos a derribarla. Zaykor invocó un ogro óseo y levantó su calavera listo para usarla en caso necesario, mientras Faekin se preparaba para atacar con su cadena de hidra marina y Tuyerk conjuraba un unos rayos para electrocutar a los guardias orcos.

      De repente, Zaykor lanzó un hechizo de columna de fuego, que llenó la puerta principal de llamas. Los orcos gritaron de dolor y trataron de huir, pero era demasiado tarde. Los tres aventureros avanzaron por las calles de Golthur, con la calavera de Seldar brillando en la mano de Zaykor. Cuando veía que había problemas Zaykor izaba este objeto y conseguía curar a sus aliados y dañar a los enemigos.

      Prosiguieron el camino y avanzaron a la planta superiores hasta que finalmente toparon con el caudillo, era un orco gigante cargado de objetos diferentes al resto de orcos que se habían enfrentado. Sin duda su cargo, le otorgaba unos poderes especiales que el resto no tenían. Allí estaba rodeado de numerosos orcos soldados y chamanes.

      • ¿Quiénes sois para atreveros a desafiarme? -gritó el caudillo, con una voz grave y firme.
      • Somos los que te van a reventar, payaso -respondió Zaykor, con altanería.

      El caudillo soltó una carcajada y desenvainó un mandoble gigante personalizado.

      • Eso lo veremos -dijo – mientras saltaba de forma agresiva hacia los tres.
      • Esta respuesta fue modificada hace 1 año, 4 meses por Loreyl.
    • Loreyl
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      Capítulo 15: ¿Qué haces aquí Faekin?

      Un buen día, el sacerdote viajó al Bosque Baldío al norte de Golthur con un propósito específico en mente. Él iba con la idea de comandar a un muerto llamado sumo sacerdote en las ruinas del norte del bosque. Era una invocación muy poderosa que portaba cadenas para atrapar a sus enemigos y a Zaykor le interesaba para futuras incursiones en Golthur.

      Mientras caminaba por el bosque, Zaykor vio a Faekin, un joven yver’adras, practicando su oficio de trampero. Faekin había puesto cepos de diversas clases y trampas de luz por todo el suelo.

      Zaykor se acercó al cazador y le dijo:

      • Buenos días, joven Faekin. ¿Qué haces por aquí en el bosque?
      • Buenos días, Zaykor. Dichosos los ojos hacia tiempo que no te veía. Estoy poniendo cepos en el suelo para atrapar a enemigos, de esta forma puedo ver si los consigo disimular con acierto. Además, estoy creando cepos con cuerdas y cadenas que hay aquí al norte ¿Y tú qué haces aquí? Estas bastante lejos de Galador – preguntó Faekin que estaba absorto y se había asustado al oír la voz de Zaykor.
      • Voy a comandar a un muerto llamado Sumo Sacerdote en las ruinas del norte del bosque. Curiosamente ese no-muerto empuña cadenas, podría pedirle que te las diera para que siguieras construyendo cepos, trabajo en equipo como los viejos tiempos, sígueme – dijo guiñando el ojo Zaykor.
      • Me apunto – respondió efusivo el yver’adras.
    • Loreyl
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      Capítulo 16. Pelea, pelea.

      El anciano sacerdote, volvió a la posada de Anduar en busca de descanso después de un largo viaje del bosque Baldío. El sumo sacerdote había caído al suelo destrozado ya pues la magia que lo invocaba había terminado.

      Zaykor estaba visiblemente cansado así que decidió entrar en la posada de Anduar a tomar un trago de vino. Mientras se sentaba a una mesa, escuchó un alboroto proveniente de una habitación al fondo. Al escrutar con su mirada toda la zona, encontró a un mago Orgo, borracho y causando problemas.

      • ¡Sal de ahí, capullo!, ¿No ves que estas asustando a todo el mundo? – gritó Zaykor
      • ¡No me hables así, humano! ¡Soy el que “maaanda”, y tú eres un desconocido paliducho! – contestó el Orgo

      Pero Tuyerk estaba borracho y comenzó a molestar a Zaykor con palabras malsonantes. Él, con su orgullo tan alto siempre y presumido, no pudo soportarlo y ambos comenzaron a pelearse en la taberna.

      Faekin, que había vuelto del bosque baldío también, trató de calmarlos, pero fue en vano. Seguía el ambiente tenso así que los dos decidieron llevar la pelea al exterior, a los campos de cultivo al este de Anduar.

      • Esta respuesta fue modificada hace 1 año, 4 meses por Loreyl.
    • Loreyl
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      Capítulo 17. Pelea entre trigo, granjeros. Vergonzoso.

      Los dos comenzaron a pelearse con la adrenalina propia del momento. Uno estaba borracho y el otro colérico porque le había faltado al respeto. Estaban en los campos de cultivo, rodeados del cereal y con los granjeros mirando atónitos el espectáculo.  Para más inri, el sol no daba tregua y hacia sudar a los “luchadores”.

      Zaykor comenzó usando su hechizo causar heridas moderadas hacia Tuyerk, su intención era derribarlo, pero sin matarlo ya que él era consciente de lo poderoso que era y lanzar un causar heridas mayores podría hacer perecer al borracho. Sin embargo, este se defendió con su hechizo cono de frío, que lanzó un cono gigante de hielo picudo hacia la cara del sacerdote.

      El sacerdote, que no se esperaba un ataque de tal magnitud, agito la cara congelada bastante sorprendido, a partir de ahí no bajo la guardia. Usó su calavera para curarse e infligir daño a Tuyerk, que se defendió con otro hechizo ‘cono de frío’. La pelea parecía estar empatada, hasta que Faekin decidió intervenir.

    • Loreyl
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      Capítulo 18. Autocrítica

      Llevaba tiempo frustrado el sacerdote Zaykor por lo que se dirigió a la catedral de Galador. Se puso de rodillas ante el altar de la catedral y comenzó las oraciones. Había pasado mucho tiempo siendo ególatra y presumido, siempre pensando en sí mismo y en su propio bienestar. Pero últimamente, había empezado a cuestionarse si eso era realmente lo que quería Seldar de él.

      • Seldar, mi dios, ¿debería seguir siendo egoísta y altivo? ¿O debería empezar a ayudar a los demás y ser más humilde? – oró Zaykor en alto.

      Él no esperaba ninguna respuesta, pero una voz ultratumba surgió de las paredes y le contestó:

      • Zaykor, tú has sido un fiel servidor durante muchos años, pero es hora de que aprendas a pensar en los demás y no solo en ti mismo. Si quieres seguir siendo mi sacerdote, debes empezar a actuar de forma más altruista.
    • Loreyl
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      Capítulo 19. Demuéstrame que vales

      Zaykor se sintió abrumado por la revelación de Seldar. Nunca había considerado su egoísmo como un problema, pero ahora se daba cuenta de que tenía que cambiar si quería seguir siendo fiel a su dios.

      Así que, cuando Seldar le presentó una prueba para demostrar su compromiso con la humildad y el servicio a los demás, Zaykor aceptó sin dudarlo. La prueba consistía en ayudar a un grupo de peregrinos de las cercanías de Galador a llegar a su destino en D’hara cruzando un peligroso camino lleno de bandidos y ladrones.

      Con ciertas dudas aceptó el desafío, fue abriendo paso a sus compañeros peregrinos. Recibió varias puñaladas, pero por suerte solo le causaron heridas superficiales y le dio tiempo suficiente a curarse sus heridas con hechizos y vendas que llevaba en la mochila. Incluso tuvo que tomar un elixir de salud. Sin embargo, con ahínco continuó la misión y finalmente logró llevar a los peregrinos de una pieza a la fortaleza

    • Loreyl
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      Capítulo 20. Concluye tu camino, fiel.

      Cuando Zaykor regresó al altar de la catedral, sentía que la fe le envolvía y estaba satisfecho por haber cumplido con su cometido, Seldar lo esperaba con una mirada de aprobación.

      • Zaykor, has demostrado que eres capaz de dejar de lado tu egoísmo y pensar en los demás. Sigue actuando de esta forma, y algún día serás el sacerdote elegido que ocupe un alto cargo tanto en D’hara como Galador, encargado de proteger a los ciudadanos de ambas ciudades. Ve a descansar, mi valeroso mensajero.

      Con esas palabras, Seldar hizo que Zaykor se desmayara chasqueando los dos y quedara inconsciente durante varias horas. Cuando Zaykor despertó, se sintió rejuvenecido y lleno de energía renovada para seguir sirviendo a Seldar y ayudando a los demás.

      Por eso, se esforzó por ser más humilde y servicial, y su amigo Tuyerk, el mago evocador, notó un cambio positivo en él. Ambos se convirtieron en un equipo poderoso, luchando contra el mal y ayudando a los necesitados en todo el reino de Eirea. Y aunque a se enfrentaron a muchos desafíos, con la sonrisa que Seldar les depositaba desde lo alto lo tenían bastante más fácil.

    • Loreyl
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      Capítulo 21. Causar enfermedad

      Causar enfermedad. Qué hechizo tan extraño. Recibes un toque de una mano espectral, quedas contagiado. ¿Eres inmune a la enfermedad? El hechizo se ve mermado ¿Cuándo aprendió Zaykor este hechizo?. Así aconteció la historia que prosigue.

      Vagaba por las calles de Galador un joven sacerdote de Seldar que daba sus primeros pasos en el aprendizaje de hechizos. Solía entrar por la puerta norte de Galador con intención de dirigirse a la catedral, situada en el centro, para comenzar sus oraciones a Seldar.

      Curiosamente, afortunadamente o paradógicamente incluso por el camino ya habitual que conectaba la puerta norte con el templo, solía encontrarse numerosos leprosos.

      Era bien sabido que no eran recibidos con gratitud en la ciudadela y las normas permitían asesinarlos incluso a sangre fría a plena luz solar. Zaykor, aún muy joven para plantearse asesinar alguno de los leprosos, se limitaba a pasar de largo centrado en llegar al final del trayecto.

      Era bien sabido que no eran recibidos con gratitud en la ciudadela y las normas permitian asesinarlos incluso a sangre fria a plena luz solar. Zaykor, aun muy joven para plantearse asesinar alguno de los leprosos, se limitaba a pasar de largo centrado en llegar al final del trayecto.

       

    • Loreyl
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      Capítulo 22. Leproso rebelde.

      • Amigo, ¿podría darme una limosna?
        Zaykor, a pesar de no ser un asesino, se regía por su altanería y egoísmo agito la cabeza en ademán negando. El leproso insistió, esta vez tocando el brazo de Zaykor.
      • Por favor, una ayudita amigo, las calles de Galador son muy frías por la noche, necesito un techo y comida.
        El sacerdote se sintió muy molesto, ya que el leproso se había tomado la libertad de tocarle, así que le propinó un empujón que lo tiro al suelo. El leproso se levantó rápidamente y le espetó:
      • Cerdo adinerado ¿Crees que puedes tratar así a las personas?
        El leproso, de clase desconocida, empezó a murmurar unas palabras y su mano emitió un fulgor que al tocar a Zaykor le contagió la enfermedad.
      • ¿Qué has hecho, maldito leproso?
        La piel de Zaykor se hacía jirones, estaba totalmente enfurecido y desatado. Desenvainó su báculo y comenzó a formular.
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    • Loreyl
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      Capítulo 23. Inicio complicado.

      El sacerdote formuló un hechizo y tumbó al leproso de un embate y se fue del lugar. Después del evento sucedido, el leproso y Zaykor se odiaban a muerta y tenían una relación pésima. El motivo era obvio, le había causado una enfermedad. Sin embargo, lo que le había ocurrido era debido a la arrogancia de Zaykor y no todo eran malas noticias para él.

      Prácticamente todos los días de camino al templo se lo encontraba y aunque al principio todo era un intercambio de miradas de reproche y odio, con el tiempo la tensión comenzó a aliviarse, ya que después de meses el leproso se acercó a él y le dijo:

      • Disculpa por lo que te hice. He estado valorándolo todos estos meses y a pesar de que actuaste de manera incorrecta, no fue apropiado causarte esa enfermedad.

      Zaykor estaba sorprendido de las palabras del leproso que en ningún momento había parecido arrepentido y le respondió:

      • Me gustaría perdonarte, pero a pesar de que no te traté bien, no tenías derecho a atacarme vilmente.
      • De verdad, si pudiera hacer algo para recuperar al menos la neutralidad contigo y que no nos miráramos con odio, lo preferiría. A decir verdad, temo por mi vida como ya sabes, los leprosos en Galador están perseguidos y cualquier día un ciudadano cualquiera podría asesinarme. Estoy aprendiendo que cuantos menos enemigos mejor.
      • En verdad me apena tu situación. No has elegido estar así. Realmente entiendo que estés a la defensiva, pues siempre tienes que estar en modo de alerta ante eventuales peligros.

      No es fácil vivir en una ciudad en la que no eres querido, sino rechazado y repudiado. No obstante, creo que te puedo proponer un pacto que te podría interesar.

    • Loreyl
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      Capítulo 24. Enseñanza.

      El leproso escuchaba atentamente el discurso del sacerdote lozano y siguió la conversación.

      • Soy todo oídos, bueno, lo que queda de ellos, dijo con sorna y cierta cara de tristeza, el leproso bromeando con su enfermedad.
      • En fin, es una pena tu situación, incluso injusta. Pero el daño que me causaste fue sobrenatural. Mis sacerdotes maestros tenían un poder similar, es algo sorprendente con la falta de recursos que tienes.
      • Bueno, amigo. No siempre fui un leproso abandonado por las calles de Galador, yo antes era un clérigo bastante poderoso hasta que me sucedió algo terrible y fui apartado de la sociedad.
      • ¿Qué te paso?
      • Ahora mismo no deseo hablar de ello. Centrémonos en el pacto que me comentabas ¿Qué propones?
      • Yo aún no he aprendido como causar enfermedad, y la manera que tú ejecutaste el hechizo me resulto interesante, pues ni siquiera musitaste las palabras, solo me tocaste y ya había contraído la enfermedad. En la escuela de sacerdotes, todos los hechizos requieren un cántico específico y creo que me podría dar ventaja formular sin necesidad de recitar las palabras mágicas.
      • Bueno, no es complicado, podría enseñarte. Con eso ¿Estaríamos en paz para siempre?.
      • Sí, no te pediré más favores. Intentaré extrapolar el conocimiento en otros hechizos mas avanzados, como el causar heridas mayores.

      El leproso asintió y replico los movimientos que ejecutó el día que causó la enfermedad a Zaykor. Primero, se inclinó hacia él con el brazo extendido y la palma de la mano hacia abajo. Sus ojos se pusieron en blanco y con rapidez posó la mano en la cabeza de Zaykor.

      • Este es el punto más dañino, la cabeza, dijo el leproso sin llegar a terminar el hechizo.
        Si consigues enfermarle en el cerebro, su sistema nervioso se verá afectado de inmediato y se extenderá con facilidad. Por eso tocarle, por ejemplo, en la cabeza es menos eficaz.
      • ¿Lo de los ojos en blanco es necesario? Y … ¿Cómo has hecho para acertarte tan celerico a mi cabeza?
      • Bueno, poco a poco. Te explico. Los ojos en blanco son mi forma de concentrarme, cada uno tiene sus maneras, hay gente que pone la mente en blanco, otros que piensan en otro tema. En mi caso poner los ojos en blancos me concentra. En cuanto a acercarme rápido, fíjate en mi vestimenta, voy casi desnudo. Llevar armaduras con estorbo te entorpecerá este tipo de acciones rápidas, afectando al rendimiento del hechizo. Por eso te aconsejo que por mucho que veas que todos los soldados, sacerdotes y hasta mercaderes de la ciudad vaya equipados con armaduras, pesas de mithril, de placas, etc. no les sigas ciegamente o te convertirás en uno más. Es cierto, aguantarás los golpes mejor, pero vas a ser muy predecible.
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    • Loreyl
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      Capítulo 25. Zaykor lo intenta.

      El sacerdote se quedó atónito por la explicación, ya que él estaba acostumbrado a llevar ese tipo de armaduras y para el eran casi como parte de su piel. Se sentó en el suelo y se quedó unos minutos meditando sobre el asunto hasta que finalmente se levantó de nuevo. El leproso le veía preocupado y le dijo:

      • A ver, señor. Puedes probar sin tu armadura a intentar emular lo que te he enseñado. Si no te gusta siempre puedes volver a vestirte, ¿no?.

      Quedó convencido por sus palabras, así sin más dilación se desnudó atónito ante los ojos de algunos mercaderes que transitaban por las calles. Se quedó en ropa interior. Zaykor llevaba unos blancos calzones largos medievales y una camisa larga también blanca.

      • Venga, así mismo. Voy a intentarlo. Primero me concentro ¿Verdad?

      Un mercader pasó por su lado y le dijo:
      – Sinvergüenza vístase, no ves que hay niños por la calle.
      – Cállese, no ves que soy un poderoso sacerdote de Seldar, espetó enfadado Zaykor.

      El mercader siguió su camino y Zaykor continuó hablando.

      • A ver ya se ha largado ese imbécil, vamos a seguir. Dame unos segundos para concentrarme.

      El leproso no paraba de reírse por la situación tan histriónica y extravagante.

      • Bien, eso. Cálmate, olvida el mundo que te rodea y continuamos.
      • Ya me noto más tranquilo ¿Qué hago?
      • Vale, ahora te estarás notando más sosegado y ágil debido a que estás focalizado por haberte concentrado y que te notas menos pesado por haberte librado de esa pesada armadura.
      • Sí, así es.
      • Ahora apóyate sobre tu pierna izquierda, pisa con todas tus fuerzas hacia el suelo y de un salto pon la mano en mi cabeza.
    • Loreyl
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      Capítulo 26. Misterio final.

      Zaykor ejecutó los pasos que le había indicado el leproso y ciertamente tardó pocos segundos en hacer los movimientos. Abrió los ojos y le comento al leproso:

      • ¡No sucede nada! No te he causado ninguna enfermedad.
      • Claro, a ver. Yo te voy a enseñar a formular este hechizo sin recitar palabras por alto, pero será necesario que las menciones por dentro. Esto resulta muy útil, pues el enemigo no sabrá que hechizo estás formulando hasta que ya lo haya recibido, te dará ventaja sobre el rival. Piensa en ‘harmi klotimus’ mientras estás saltando. Si no te importa practica ahora contra ese jarrón porque si lo haces bien ya te he dado todas las instrucciones y no quiero que me pongas aún más enfermo, dijo sonriendo el leproso.

      Zaykor repitió el proceso. Estaba en ropa interior, después se concentró y puso la mente en claro, pesó por dentro el hechizo que quería recitar y sus palabras correspondientes, desplegó su peso sobre su pierna izquierda y finalmente dio un impulso hacia el jarrón tocando la parte superior del mismo.

      Tras pocos segundos, el jarrón empezó adquirir un torno verdoso, similar al del moho y un hedor emano por el lugar, finalmente el jarrón exploto en mil añicos. Entonces el leproso dijo:

      • ¡Rayos ! No sabía que el causar enfermedad originara infecciones en objetos inertes , creí que solo le causaría el daño mágico. Estoy muy sorprendido, en fin, todos los días se aprende algo nuevo.

      El sacerdote estuvo practicando durante todo el día con cada objeto sin valor inanimado que encontraba hasta que finalmente se sintió con seguridad y podía confirmar que había aprendido el hechizo, causar enfermedad.

      • En fin, eres un buen maestro, ¿quién lo iba a decir? Gracias, dijo Zaykor mientras le entregó una bolsa enorme de monedas de platino.
      • Muchas gracias! La verdad que imaginaba que me darías algunos platinos, pero no esperaba ni en los sueños mayores más profundos que fuera una bolsa tan grande y condiciosa. Que Seldar te bendiga.

      A partir de ahí el leproso se ganó el respeto de Zaykor que cuando pasaba por las calles de Galador y se lo encontraba, se tomaba un rato para dedicárselo a él. Le saludaba, le preguntaba que tal. Al enfermo le fue yendo mejor la vida, ya que pudo costearse mejores alimentos y habitación de máyor calidad en la posada de Galador con el dinero que le había donado Zaykor.
      Además, cada vez que el sacerdote le veía le curaba sus heridas formulando un poderoso hechizo de sanación.

      • Oye, discúlpame, siempre te he llamado leproso, pero después de tanto tiempo te empiezo a considerar mi amigo. ¿Cómo te llamas?.
      • Zoykar.
      • Qué curioso, tenemos nombres muy parecidos.
      • En realidad no es curioso, tiene su explicación.
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