Superación arcana. Más allá de los límites.

Parte 2. Caza en la sabana.

Vuazy partió de aquella cueva ilusionado pues tenía la esperanza de que podía mejorar con la ayuda de Lender. La parte de la obtención de las monedas de platino no iba a super un problema para un mago-ladrón como el que había robado desde pequeño a víctimas incautas.

En esa misma tarde tras robar a bandidos y ladrones de los alrededores de Anduar ya había conseguido juntar la cantidad de setecientos platinos, doscientos platinos más de los que le había pedido Lender.

Ya estaba anocheciendo así que se adentró a la ciudad de Anduar para estar en una zona segura y poder dormir en su casa.

Sin embargo, su cabeza no paraba de dar vueltas pues tenía ni idea de donde se encontraba la sábana y como localizar un elefante por lo que tuvo una idea. Iría caminando por la calle fijando en el aspecto de la gente hasta detectar un Orgo, ya que es bien sabido que son expertos en los desiertos y no se pierden en el camino.

Después de horas caminando encontró un orgo sentado en el suelo de aspecto joven pero sucio.

Al conversar con el Vuazy se dió cuenta de que era uno de los mendigos de la zona de Anduar que suele haber por las noches y el Orgo llamado Abrahuym le contó que normalmente los mercenarios solían repartir alimentos sobre hora pero que ese día no habían venido.

Vuazy comprendió su situación y le entregó 100 monedas de platino y le ofreció ir a cenar y un proyecto de negocio a su casa de Anduar, Abrahuym aceptó. Una vez se adentraron en la casa y empezaron a cenar Vuazy comenzó la conversación sin más dilación.

• Y bueno Abrahuym, ¿tienes familia?

• No, señor. La perdí cuando tenía 16 años y desde entonces vivo en la calle alimentándome de los donativos y de lo que encuentro.

• En fin, Abrahuym con esas cien monedas de platino que te he regalado tendrás suficiente para alimentarte en la taberna de Anduar o cómprate alimentos en la tienda.

• Si, muchas gracias.

• Oye, joven, disculpa. ¿Qué tal conoces el desierto del norte de Anduar? Me han comentado que entraña muchos peligros.

• Bueno lo cierto es que yo vivía muy cerca de ahí y los conozco como la palma de mi mano.

• ¿De verdad? Te propongo algo. ¿Te gustaría ganar otras 100 monedas de platino por un encargo que necesito y que después te diera un oficio para trabajar conmigo? Sé que los orgos tenéis poderes rúnicos muy avanzados y podrías serme de ayuda.

• Claro que sí, aún no sé dé que se trata, pero no aguanto más en esta situación tan precaria.

• Bueno… Resulta que debo adentrarme a la sabana a cazar un elefante y llevar la cabeza a Lender, pero a pesar de que soy muy valiente no conozco el desierto que hay entre Anduar y la sabana y me da miedo perderme. Tu misión sería llevarme de ida y vuelta, de la caza del elefante me encargo yo sin problemas.

• Hecho, ¿Cuándo quieres que vayamos?

• Ahora descansa, partimos mañana al amanecer.

Salió el sol, recogieron sus enseres, se ajustaron la mochila y el turbante y comenzaron su viaje. Después de horas por el desierto caminando se les había agotado el agua y estaban sedientos. Sin embargo, Abrahuym le comentó a Vuazy que no se preocupara que conocía una charca al norte para poder rellenar sus odres de agua.

Unas horas después llegaron a la charca y eso fue una noticia positiva por partida doble. Por una parte, pudieron recuperarse del viaje a la sombra e hidratándose y por otra significaba el fin del desierto y el inicio de la sabana, al sur de Dendra.

Mientras estaban descansando Vuazy localizó un elefante que estaba caminando hacia ellos de manera atolondrada y cansada. De golpe, el mamífero se detuvo los miró con cara de tristeza a los ojos y se desplomó en seco, sacudiendo los polvos de arena por toda la zona.

Había llegado hasta ahí para morir en paz. Al fin de al cabo no fue necesario cazarlo. Vuazy le decapitó, pero se dio cuenta de que no cabía su cabeza en la mochila. El joven orgo ya había previsto esta situación y formuló un hechizo y apareció un disco flotante encima de él y guardaron la cabeza.

Parte 3. Entrega de la cabeza.
Al regresar a Anduar Vuazy tuvo una pequeña charla con el Orgo y le explicó su problema y que ahora había programado una reunión con Lender para entregarle lo que le requería.

• Bueno, joven Orgo. Has demostrado que eres una persona valiosa y te has ganado mi confianza, quédate en mi casa hasta que regrese. Cuando vuelva, te explicaré en que consiste el trabajo que tengo para ti para que por fin tengas una vida estable y no tengas que vivir en la calle. Mientras tanto, tu casa es la mía.

• Gracias, señor. Cuidaré bien de su casa, se lo prometo.

• No me llames señor, llámame Vuazy. A partir de ahora somos amigos.

El mago-ladrón se dirigió al establo y tiró de las riendas de un buey donde guardó la cabeza del elefante, su mochila y los platinos en su cartera. Una vez llegó a la cueva de Ucho, los diablillos le escoltaron donde Lender.

• Buenos días, usted otra vez por aquí ¿A qué ha venido?
• Pues resulta que…
• Otra vez has vuelto a caer en mi broma! Ya se a que vienes, ¿has vuelto a olvidar mis dotes de adivino? Recuerda que domino todas las artes.
• ¡Cáspita! Mi memoria no es mi punto fuerte y precisamente he traído lo que me pidió para intentar corregirlo

Vuazy procede a entregar la cabeza de elefante disecada y la bolsa con las quinientas monedas de platino. Lender deposita la cabeza en la mesa y le entrega el saco con las monedas a un guardia al que le hace unos ademanes indicando donde tiene que guardarla.

• De acuerdo, no dudaba que consiguiese lo que le pedí. Debe seguir este procedimiento para mejorar su memoria y no olvidar tan rápido los hechizos. Cuando logre aprender un hechizo o copiarlo debe ponerse la cabeza de elefante justo en ese momento durante un minuto.
• Perdone la indiscreción maestro pues usted es el sabio, pero ¿En qué me ayudará exactamente este procedimiento?
• La memoria tiene un componente muy importante que es la concentración, estar relajado y un factor genético. En situaciones de estrés le será imposible pensar. Pues bien, con la cabeza de elefante resolvemos ambas cuestiones. Por una parte, al estar dentro de la cabeza de elefante sentirá una situación de relajo por el dióxido de carbono que invade sus pulmones y por otra adquirirá el poder místico de la memoria de elefante.
• Jamás se me hubiera ocurrido, lo voy a probar maestro. Muchísimas gracias.

Y así, Vuazy estuvo durante meses realizando esta práctica de manera metódica y con el paso del tiempo cada vez recordaba durante un periodo de tiempo más extenso los hechizos que estudiaba. No llegó a ser permanente, pero si logró que pasaran años en vez días hasta olvidarlos y por fin pudo descansar mejor.
Obviamente, la limitación que le imponía su estilo de vida de mago-ladrón le imposibilitaba aprenderlos de manera permanente como un hechicero puro, pero al menos pudo superarse a sí mismo hasta límites insospechados.

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