Inicio Foros Historias y aportes Registro 2 Athomk

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    • Loreyl
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      Registro 2 de Athomk:
      Historia

      El hombre que había hablado tenía a una joven arrinconada en la pared más lejana de la cuadra, su cinto estaba tirado en el suelo a pocos metros de sus tobillos,
      donde reposaban unos sucios calzones descubriendo el sexo del soldado.
      Athomk seguía en pie en la entrada, después de haber ordenado que dejara a la chica y se vistiera, con la espada desenvainada aún orientada al suelo. Se frotó
      despreocupadamente el cuello, allí donde una cicatriz de hacía dos décadas seguía picándole y sonrió para, después, añadir:
      – O te cubres esa vergüenza, o me encargo de que mi acero no te deje nada que cubrir. ¿Conoces la palabra honor?

      Después de diez años como soldado y de haberse hecho una fama, Athomk era conocido por todos como «el noble paladin de takome», ya que muchos decían que sólo cuando
      mostraba sus dientes con una mueca lobuna acababa ensartando la espada que portaba en el rostro, cuello o pecho de quienes osaban llevarle la contraria, siempre y
      cuando fueran sus subordinados.

      El hombre que había frente a él no era subordinado, era el capitán del otro grupo de exploradores que habían sido enviados a esa misión, pero decidió no probar
      suerte. Bien sabido era a esas alturas que quien estaba frente a él había sido mercenario anteriormente y que no solía plegarse a los términos del honor entre
      camaradas. Tomando sus calzos con la mano izquierda y el cinto con la mano derecha, el otro capitán abandonó la cuadra, mientras musitaba palabras en un dialecto al
      que Athomk aún no se había acostumbrado, las únicas que se había esmerado en aprender eran «alto, atrás, atacad y muerte».

      La muchacha seguía allí, sollozando aún por el terror de haber sido casi forzada en los minutos anteriores, pero consiguió articular algunas palabras mientras
      intentaba agradecerle a su salvador el evitar lo que habría ocurrido seguro de no haber llegado.

      • Mil gracias Sois un verdadero caballero -comenzó a decir justo cuando Athomk la miraba con rabia en los ojos, con una mirada que asustaba más aún que la que había
        acompañado a la sonrisa que había dedicado al otro hombre.
      • No soy un caballero, niña. Me rio en el nombre de todos esos que se pavonean con hermosas corazas y bonitas capas. Soy Athomk , un caballero erudito, una libro
        empuñado por un hombre. Y no he hecho esto por tí. Bien harías en creerme. Ahora tapate como puedas y sal de mi vista.

      Athomk se acercó al caballo que había ido a recoger,, cubierta por cuero y lascas de metal. Rozó el hocico del animal que pacía tranquilamente de un cubo repleto de
      heno y suspiró, dejando que su mente fuera veinte años atrás, cuando no era un hombre vigoroso, si no un joven esbelto y risueño que tenía corazón…

      • ¡Cogedlo! ¡Lleva mi bolsa! – El guardia que hablaba ya había desenvainado la espada e iba alcanzando al joven con pasos pesados.

      El muchacho, de pelo rubio, llevaba sobre sus hombros la cinta de un escudo y espada, pero sabía perfectamente que atacar a un miembro de los guardias de la ciudad
      podría ser mucho peor que robar la bolsa a la que tan poca atención prestaba hasta verlo salir de aquella posada con ella Quizás el dedicarme a robar no sea tan buena
      idea pensaba el muchacho mientras sentía galopar su corazón al mismo trote que sus pies.

      Esquivó varios comercios que había en la calle mientras a sus espaldas seguían sonando órdenes y maldiciones, y tras un largo rato consiguió localizar un escondite
      donde perder a sus perseguidores. Abrió la bolsa y dejó escapar un silbido. Suficientes monedas para conseguir montura y noches de descanso bajo techo. Podría asistir
      a la fiesta y, con un poco de suerte, encontrar a alguien que aceptara ser su mecenas
      En esos momentos ignoraba que la canción de su vida comenzara a tomar forma.

      Rol
      Por mucho que mis compañeros paladines me animaran a ir por la senda bélica de la vida. Después de tener una buena educacion y disciplina, decidí que quería ser un
      caballero defendiendo el bien y solo meterme en peleas cuando fuera necesario para la paz de Takome, ya que el resto de mi vida trataría de centrarla en torno a mi
      profesión para poder difundir el conocimiento por los habitantes de mi ciudad.

      Objetivos
      -Dominar todos los dragones de Eirea
      -Aprender todas las lenguas
      -Lograr nivel alto de erudito
      -Extender el conocimiento por Takome
      -Defender mi ciudad cuando fuera necesario

    • Loreyl
      Participante
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      Registro 1 de Athomk:
      Estás viendo a un Humano. Te fijas en la expresión de su rostro, imberbe y benigna. Sus ojos negros desprenden paz y armonia. Luce un pelo corto negro y liso. Al
      detener la mirada en su cuerpo te das cuenta que todos sus musculos son extremadamente grandes y marcados. Mide alrededor de 2m y pesa aproximadamente 75kg.

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