Padre nuestro dedicado al inconfundible, incognoscible, incomparable, insuperable, Dios Pato
Madre pato que estás en el cielo,
Santificada sea tu patalidad
Venga a nosotros tu reino patal,
Hágase su voluntad ancestral.
en los estanques y ríos, como en el cielo infinito.
Danos hoy nuestro pescado de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros abrazamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en abaricia y rencor, bendice nuestra tentación, con designios de amor,
y líbranos del mal, danos coraje y poder.
Para defender lo que bien merece,
Luchar, porque el bien prevalece.
Cuac cuac cuac, la bandada de la verdad,
Vuela encabezada,
Por un líder terrenal.
Bendito por la deidad,
Desde la gran senda patal,
Cabalga en ágil vuelo,
Hacia de la vida y muerte el duelo.
Cargamos hacia el destino,
Aunque en ello no haya atino.
AUnque miles mal perezcan,
AUnque cientos desaparezcan,
Seremos hijos de herreros
Seremos diestros guerreros.
La esperanza y el querer,
Mucho tienen por hacer.
Miedo pueden ustedes tener,
Mas para todo gran temer,
No ofrecemos cuartel.
En sus huesos clavamos cartel.
Cuac cuac cuac, la bandada de la verdad,
Avanza con voluntad,
Desde la gran senda patal.
Sobre grandes, dunas de sal,
Sobre bosques, mejor que un hostal.
Por ríos, agua vital,
Por estanques, origen natal.
Amen.
