Historias de Eirea (Idea Reg II para Lesdreon)

Historias de Eirea (Lesdreon)

La noche transcurría taciturna y neblinosa durante el nacimiento de Lesdreon. Habían transcurrido 96 años desde tortuosa batalla contra la entidad conocida como “Cubo Negro” que extinguió la magia en los reinos, y también dio paso a la Cuarta Era.

Los gritos de su madre, debido a las potentes contracciones durante el parto, ensordecían las calles de la Ciudad de Galador. Su progenitora, miembro de la Inquisición de Seldar, había quedado viuda hacía varios años y, debido a esto, había buscado la ayuda de diversos compañeros Inquisidores para que la ayudaran y asistieran en el parto, los cuales se encontraban con ella durante el proceso. Todo el grupo se encontraba en una confortable sala, la cual había sido preparada totalmente para el alumbramiento, repleta de cojines y bien iluminada con candentes antorchas de parafina. Se encontraban en la Residencia Baelzhemon, la cual había sido ofrecida para tal evento debido a que el, ahora difunto, padre de Lesdreon había sido compañero de armas y caballería del Patriarca de dicha familia, Drakar Baelzhemon.

Todo transcurrió con normalidad y, envueltos en cánticos y rezos en honor al Dios del Mal, madre e hijo al fin se reunieron cara a cara gracias a un parto carente de problema alguno.

Lesdreon era un bebé robusto desde pequeño, lo cual denotaba sus aptitudes físicas. Dicha complexión, cuando alcanzó la edad adecuada años después, le valió como una potente baza para desarrollar técnicas de combate durante su adolescencia, las cuales llamaron la atención de diversas organizaciones del Imperio Dendrita.

Cuando obtuvo la suficiente pericia y la edad adecuada, Lesdreon se decantó por alistarse y servir a la Orden de D’hara, dentro de la cual alcanzaría un rango y renombre de importancia. Gracias a los conocimientos que alcanzó durante su entrenamiento para dicha organización, el ahora Anti-Paladín de Seldar, pudo doblegar a su voluntad a poderosos demonios para que le sirvieran como poderosas monturas, siguiendo la tradición de los Paladines del Mal más experimentados.

Durante largo tiempo, durante sus servicios y misiones, a las órdenes de la organización que regenta el Castillo de D’hara, Lesdreon obtuvo numerosos galardones y condecoraciones bélicas, avanzando en la jerarquía propia del Imperio Dendrita.

Ha día de hoy, el Anti-Paladin sigue desarrollando con tesón y bravura cualquier reto o cometido que se le encomiende, enfrentando y ejecutando a cualquier infiel que se cruce en su camino, siempre honrando las costumbres de la Orden de Caballería a la que pertenece y, como no podría ser de otra manera, cualquier designio que su Todopoderoso Dios, Seldar, encomiende para su persona, esto último siempre lo desarrolla con una extrema, ciega y poderosa convicción.