Inicio Foros Historias y aportes Capítulo 4: Regreso al plano material

Mostrando 0 respuestas a los debates
  • Autor
    Respuestas
    • dgferrin
      Participante
      Número de entradas: 204

      Rubitz.

      Capítulo 4: Regreso al plano material

       

      —¡Eh, despierta pequeño! —Hurfkit zarandea a Rubitz que yace en el suelo inconsciente.

      Al parecer, el viaje astral ha agotado todas las energías del aprendiz de chamán, que nada más regresar del viaje al Abismo, ha permanecido consciente por tan sólo unos instantes, antes de caer desplomado al suelo.

      Su mentor intenta reanimarlo pero es consciente del gran esfuerzo mental que una tarea así requiere.

      Es por ello que inca la rodilla y se dispone a recoger a su aprendiz en brazos y acostarlo en su dormitorio.

      Mientras descansa, Hurfkit prepara un ungüento y lo aplica en su frente mientras le susurra que mañana se encontrará mejor.

      Al día siguiente…

      —¡Vaya, alguien se ha dormido en mis clases, no sabía que fueran tan aburridas!

      —¡Oh no!. ¿Cuanto tiempo llevo dormido? —Pregunta Rubitz sobresaltado.

      —¡Desde ayer a estas horas para ser exactos!

      El aprendiz de Hurfkit se levanta con la velocidad de un rayo y la agilidad de un guepardo de la cama mientras exclama:

      —¡Maldita sea, tengo que darle la medicina a mi madre!

      —Tranquilo pequeño kobold, ya me he encargado yo de eso, aunque creo que empieza a fallarle algo la vista, fíjate que me ha confundido contigo, ho ho ho.

      Rubitz, aliviado, se sienta al pie de la cama y se dirige a su maestro con voz más calmada:

      —He visto todas esas cosas de las que me has hablado, he superado una de las 5 pruebas, aunque es posible que tarde un poco en volver a intentarlo.

      —¡Bien hecho muchacho! veo que has conocido a alguien allí, pronto podremos ponernos a practicar con ello… —Elogia con orgullo su mentor.

      —SI maestro, pero no es eso de lo que quería hablarte, he visto durante el viaje, que existen más planos, me pregunto si será posible conocerlos…

      —Claro que si, pero… ¡no pretendas aprenderlo todo en un día!, mira lo exhausto que has quedado tras este viaje y créeme cuando te digo, que no hay prisa alguna por visitarlos.

      —Mira, acércate aquí y escucha atentamente, voy a hablarte sobre lo que he visto en esos lugares…—Sigue contando con entusiasmo su mentor mientras aviva las llamas de la chimenea para entrar en calor.

      Durante horas, Hurfkit explica a su alumno la existencia de nuevas experiencias que deberá conocer.

      Se supone que tras el viaje realizado tocaría practicar con otros menesteres, pero las historias que le cuenta su maestro causan tal inquietud a Rubitz, que hace que le pasen mil cosas por la cabeza.

      —y todas las criaturas flotan, apretadas unas contra otras, agonizando de claustrofobia, y ardiendo durante toda la eternidad. —Cuenta ensimismado el maestro como fue su viaje hacia Pyrethia, uno de los planos más terroríficos que existe.

      —Maestro… ¿Y si mi padre estuviera allí?

      Ho ho ho, ¡tu padre era un buen kobold!, nadie va allí si no ha pagado un alto precio aquí, ho ho ho.—Comenta Hurfkit riendo mientras niega con la cabeza.

      —Venga jovencito, vamos a cambiar de tema, cuéntame, ¿cual de los ancestros has escogido primero?

      —Pues me alegra que me lo preguntes, ¿Sabes que he estado hablando con una piedra?…

      Ho ho ho, mi padre siempre decía, ¡cuando las piedras hablen!, ho ho ho.

Mostrando 0 respuestas a los debates
  • Debes estar registrado para responder a este debate.