Un semi-elfo de altura media para los de su raza (unos 179 centímetros de estatura), cuya peluda piel ha sido marcada por jornadas de trabajo a pleno Sol, de forma que esta presenta un tono moreno llamativo. Su estilizada y atlética figura, en la que se remarcan unos músculos fibrosos, hace conjunto con una lisa melena rubia que, por capricho de la naturaleza, es impulsada por el viento que mece las hojas de los árboles, rozando unos hombros anchos y bien formados. Bajo unas tupidas cejas de idéntico color, Unos grandes ojos grises, como guijarros pulidos, lo observan todo con un brillo de bondad, transmitiendo la seguridad que a un escalador le proporcionarían las imágenes confiables de salientes rocosos.